3.5.11

Perdón, es que soy incoherente

Tal vez esta foto tiene nada que ver con este post,
pero fué mi elección. ¿Was it not?

He vivido tanto en tan poco tiempo, y el tiempo mismo lentamente ha pasado. Aunque el reloj no se detenga, lo precioso de esas vivencias es que se han convertido en momentos ahora sembrados en el jardín de los recuerdos. Claro, he aprendido a tener cuidado con los recuerdos, pues algunos tienen complejo de moriviví (creo haberlos enterrado y cuando menos lo espero... fokin reviven) Pero lo que me encojona (y la razón principal por la que vengo con rabia a romper el teclado) es que hay personas que simplemente no te quieren ver vivir. Ni feliz, ni a tu manera, y a veces ni a la de ellos. Un público de muertos en vida que prefieren verte ahogado en las penas del ayer que viviendo los momentos del presente, y construyendo las alegrías del futuro.

Conozco una recua de gente que no hacen más que juzgar a los demás por lo que han vivido. Y a parte de privar en jueces (que creen que por todo hay que cumplir una sentencia), en vez de utilizar un cuchillo para cortar su pan de cada día y ocuparse de sí mismos, optan por clavártelo en la espalda. Pretenden tener tu misma visión y principios. Te dicen que todo lo que haces está bien, pero que mejor pidas perdón por todo lo que has cometido, pues a su entender lo que has vivido es malo y fuera de lo que es considerado ético y normal.

Ahora surgen varias preguntas en mi cabeza:

¿Qué diablos te importa lo que yo haga? Si te cuento es porque quiero compartir la grandiosa experiencia que tuve. En dado caso, eso solo demuestra que confío en ti y que te otorgo algo que muy poca gente logra obtener: mi tiempo. Quiero un amigo, no un jurado. Así que si no puedes ser feliz por mí y compartir conmigo este sentimiento, no pretendas escucharme cuando realmente me estás juzgando. (y salte de mi blog... porque tampoco debería importarte lo que escribo si es la expresión más grande de lo que siento) ¿Y de dónde sale lo que siento? Ecopeta. De lo que he vivido.

¿Qué sabes tu de pedir perdón? Nadie sabe lo que es perdonar. El perdón no se pide ni se otorga. El perdón tal vez no existe! Sólo la consciencia. Pueden refutar lo que estoy diciendo, pero seguro que hemos "perdonado" a alguien en nuestra vida, cuando no entendemos que "perdonar" no es olvidar. Lo más cercano es creer en un segundo chance. Tener fé en que la persona no volverá a herirnos o a hacer lo que nos hizo. Yo no puedo otorgarte el perdón, y tu no me lo puedes pedir. Tu estarás consciente si estás listo para no volver a herirme, y yo me daré cuenta si estoy lista para creer en que no lo volverás a hacer.

Y para llegar rápido al punto: ¿Porqué tengo que pedir perdón? ¿Quien te dijo que estoy arrepentida de lo que he hecho?

Quiero gritarle al mundo que nunca, en los pocos años de vida que tengo, había estado tan feliz. Los errores que he cometido me han enseñado tanto... Los disparates que he hecho me han traído hasta aquí. Nunca creí en eso de que los errores que cometemos nos hacen quienes somos (jaja si es por eso yo no quisiera ver mi reflejo ni cuando fuera a cepillarme). Sino que tal vez los errores hay que cometerlos, llorarlos, y dejarlos ir. Y sólo los sabios no los vuelven a cometer.

Como siempre he dicho, todo pasa. Incluso me empezaba a preocupar el hecho de que me sentaba horas muertas viendo esta pantalla y no era capaz de expresar lo que sentía. Al fin pude concentrarme y el writer's block ya pasó. Quizás no lograba enfocarme porque estos últimos días he sido un mangú de sentimientos, pero todos positivos.

Me levanto de mi cama todos los días porque sé que mis errores quedaron en el pasado y gracias a ellos estoy aquí. No me definen, pero me hacen más sabia. Depende de mí cuáles vuelvo a cometer (aunque creo firmemente en que el liquid paper no se utiliza. Siempre es bueno empezar de cero y no hacer el mismo disparate una y otra vez a ver si la sexta es la vencida). Tu, yo y cada uno de nosotros somos los que elegimos:

¿Dejarnos juzgar, o hacerle entender a la gente que nadie tiene el poder de juzgarnos más que nosotros mismos?

¿Elegir nuestros errores y aprender de ellos, o mejor hacer nada?

And last but not least...

¿Si ves que me caigo tanto... no te has preguntado que tal vez es porque ya sé cómo levantarme?

¿Y si me caigo tanto sólo para asegurarme de que sé cómo caer, y que lo divertido es enseñarle a la gente que todavía me puedo parar?

Mi vida es una habitación. La llave de la puerta sólo la tengo yo y también el derecho de admisión. Ahora... cuidado si no te dejo entrar, o si una vez que estás dentro te forzo a salir. Y si llegó tu hora de partida, procura irte en paz... para que yo no te etralle la puerta en la espalda.


Pido perdón por ser incoherente
El perdón no existe
Y no le hago caso a la gente
Mi puerta ahora está abierta
Entras, sales o te quedas
Que viva la incoherencia
Si todavía no crees lo que te digo
Pues cree en la voz de la experiencia