16.12.11

2011: propuso y no dispuse

Mientras me siento en este escritorio es inevitable recordar como empezó este año que casi llega a su fin. Decir que éramos un grupo de amigos en una casa bebiendo, hablando de la vida, compartiendo sus promesas de principio de año sería una pobre descripción de esa noche. Allí se fortalecieron amistades, nacieron sueños; vimos el amanecer del nuevo año entre botellas de cerveza barata y colillas de cigarrillos nuevamente prendidas (que viva el reciclaje). Pero lo que pude presenciar fué un salto de fé de parte de todos.

Dejamos los miedos atrás y fuimos completamente abiertos, así trazando el camino que cada uno emprendería desde que salió el sol esa mañana. No niego que me encantaría recordarme de todo lo que se habló esa noche ya que algunas promesas fueron olvidadas desde la hora del desayuno (claro, mangú con huevo, dime tú. hasta el nombre se me olvidó), pero no habrá necesidad, porque ya nos toca empezar de nuevo. This is the first chance to a second chance.

Algunos ratos malos pero definitivamente fue necesario para llegar adonde estoy ahora. Escribo todo esto porque a pesar de muchas frustraciones que sufrí este año debido a cosas que prometí hacer y nunca cumplí (como rebajar las veinte libras que tiene este cuerpo arriba. o dejar de fumar...), quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a todas las personas que hicieron de este año uno inolvidable. Ete' va pa' lo libro. 

A mi ardillita, mi director de cine hippie incomprendido, mi copito de nieve,  mi gran perrito rojo, mi piquinini, mis angelitos de la guardia, mi poohpi, mi cuero/cero/cotize, mis fálicas, mi tits, mi brasileña cocainómana, el capitán, mi nuevo hermanito, los animales de la granja por los cuales me sigo distrayendo, mi ñoki, mi tootsie, mi bipolar auto proclamada, mi menor gringa, mi k6, los cocochicles, y last but not least, mi "lesbian hipster". También quisiera mencionar algunos fallos técnicos de este año, pues sin ellos no hubiese sido tan cómico el 2011, pero como dicen por ahí "un gutazo un trancazo". Es decir, el que mete la pata suapiao' no se acordará del 90% de lo que pasó, por ende admito bajo mi propio riesgo que estaba semiconsciente la mayoría de las veces (no se preocupen, fueron pocas). No me molesta olvidarme de todo eso y pretender que no pasó #winning y tampoco poder recordar algunos buenos momentos que yo sé que viven en el corazón; no los veo, pero los siento ahí.

Considero de más agradecer a los pilares que aguantan este edificio de pacotilla (un millón de pisos y lo que hay es escaleras): a mi chiquitita, mi astrólogo, mi conciencia, y mi debilidad. Mi familia es lo que más amo en este mundo y sé que son los únicos que me apoyan en todo lo que hago, aunque me perjudique. Estoy segura de que ellos en su mente (no digo en el fondo de sus corazones pues ellos aman sin límites. no tienen condiciones ni restricciones cuando llega el momento de sentir y compartir emociones) saben que estoy a su disposición y completamente agradecida por todo lo que hicieron por mí este año. Decir que me siento en deuda se oye feo, pero diera mi vida en un segundo por cada uno de ellos. Hasta dejaría que me soplaran la cara por un día (en serio, que mierda que me encojona), me dieran golpes en la espalda cuando tosiera por un año (nunca me den en la espalda cuando toso. me dan ganas de coger una ecopeta' y caerte a plomaso'), comiera beef todos los días, o no bebiera una cerveza más en mi vida (la Presidente es una excepción, claro)

A pesar de que este año me enseñó tantas cosas, habrán algunas que deberé olvidar. Como por ejemplo: una cosa es ser honesta, otra es ser cruda y llegar a ofender al otro. Vale volver a ponerme el filtro en la boca. E' válido. También aprendí que si deseas algo con muchas ganas realmente lo puedes conseguir, pero sólo si tu fé es genuina y luchas por ello y tienes personas que creen que lo puedes lograr. Venir a Kalamazoo a estudiar fué el verdadero forze, pero peleamos por ello y aquí estoy (con un frío del diablo, la naríz tupía y cinco libras demás en adición a las dieciocho que ya tenía. igual no me arrepiento por un segundo). Tal vez lo único que todavía tengo en juicio es enfrentar el miedo a las cosas y abrirme a todo lo que la vida pone en mi camino. Aprendí a hacerlo de la manera difícil; a quitar las paredes que duré tanto construyendo. The jury is still out on this one. He hecho muchas cosas que nunca me he atrevido a hacer, pero estoy dando mi todo cuando lo hago y eso quiere decir que puedo perder mucho. Pero... el que más pierde es el que no lo intenta.

Este año lograré todo lo que me proponga (ven? ya tengo que hacerlo. sino quedo como una jabladora je je)

Cuando la vida proponga yo estaré dispuesta, o forzaré. Eso tiende a funcionar.