Me resulta muy irónico que haya pasado el día entero pensando en el blog, luego de haber pensado que no tendría mucho que decir.
Ni siquiera tengo una buena excusa para escribir. "Una buena excusa" vendría siendo algún tema de interés, o alguna actividad actual (como la celebración que está sucediendo ahora mismo en la Ave. Francia en el destacamento - OJO: no llamen a la policía en caso de emergencia, están más borrachos que el mismo borracho que llama a las 3 de la mañana para decir que no está borracho). Pero al desviarme del tema, pienso en el día que tuve hoy. Definitivamente un día digno de olvidar.
Pero no todo es malo; hay momentos felices. Como una foto en la cual todos sonríen. Tal vez una sonrisa fingida o hacen una mueca. Pero si en este mismo momento finges una sonrisa, (Inténtalo...forza una sonrisa ahora mismo)....te das cuenta de lo gracioso que te debes ver (literalmente leyendo y al mismo tiempo sonriendo como un idiota) y acabas sonriendo una sonrisa genuina, del corazón. Hasta te ríes de tí mismo y no contigo.
Al final del día solo vale recordar aquellos momentos felices.
Está en cada uno de nosotros decidir si acostarnos pensando en la tristeza y errores del pasado. Pensando cómo los pretendemos enmendar y aprender a ser felices... o si simplemente nos levantaremos mañana con un truño para cometerlos de nuevo.
(Creo que hay una despedida adecuada- pero está todavía en proceso)
2.3.11
Se entiende?
Dicen por ahí que la primera entrada en casi todo blog define al mismo. (Bueno, si esto es un hecho empezé por mal camino.)
Hay algo que debo definir de antemano: Porqué un blog?
Bueno, habría que cuestionar las intenciones de cierto profesor, que nos ha explicado varias veces que es bueno estar conectado y mantenerse actualizado a través de redes sociales y demás. Pero lo primero que me pregunté fué: "A quién le interesa lo que yo tenga que decir?". Tal vez al profesor... (aunque creo que lo que le gusta es leer los disparates que los estudiantes escriben... lo cual no dudo por un segundo que sea muy entretenido). Tal vez escribir un blog tenga otros fines de los cuales sólo me daré cuenta luego de ingresar mil entradas. Mientras tanto - Ni la más mínima idea.
No piensen que sólo escribiré en el blog para poder pasar la materia como todo mortal (No, IMPOSIBLE!)... Mis intenciones son genuinas, y desde pequeña me ha gustado escribir. Que tal vez no conozca técnicas de redacción o mi ortografía sea pésima, y para rematar sufra el temor de todo escritor, no quiere decir que dejaré de escribir.
Si mis palabras le llegan a una persona. Si una persona llega hasta este punto de la "entrada". Entonces valió la pena mi tiempo y tal vez el dolor de espalda que tengo por estar sentada en una posición extraña en el sillón roto de mis padres.
Más adelante sabré sobre qué, cuán a menudo, y que cantidad de palabras voy a escribir.
(Inserte aquí una despedida ingeniosa)
Hay algo que debo definir de antemano: Porqué un blog?
Bueno, habría que cuestionar las intenciones de cierto profesor, que nos ha explicado varias veces que es bueno estar conectado y mantenerse actualizado a través de redes sociales y demás. Pero lo primero que me pregunté fué: "A quién le interesa lo que yo tenga que decir?". Tal vez al profesor... (aunque creo que lo que le gusta es leer los disparates que los estudiantes escriben... lo cual no dudo por un segundo que sea muy entretenido). Tal vez escribir un blog tenga otros fines de los cuales sólo me daré cuenta luego de ingresar mil entradas. Mientras tanto - Ni la más mínima idea.
No piensen que sólo escribiré en el blog para poder pasar la materia como todo mortal (No, IMPOSIBLE!)... Mis intenciones son genuinas, y desde pequeña me ha gustado escribir. Que tal vez no conozca técnicas de redacción o mi ortografía sea pésima, y para rematar sufra el temor de todo escritor, no quiere decir que dejaré de escribir.
Si mis palabras le llegan a una persona. Si una persona llega hasta este punto de la "entrada". Entonces valió la pena mi tiempo y tal vez el dolor de espalda que tengo por estar sentada en una posición extraña en el sillón roto de mis padres.
Más adelante sabré sobre qué, cuán a menudo, y que cantidad de palabras voy a escribir.
(Inserte aquí una despedida ingeniosa)
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