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We don't lose the game; we just run out of time |
He conocido varias personas que comparan la vida con muchas cosas. Algunas la comparan con un libro que sólo nosotros somos capaces de redactar; sin poderle corregir errores, con hojas que debemos pasar juyendo, y capítulos que sentimos nunca acabar. Otros hacen alusión a que la misma nos da limones con los que podemos hacer varias cosas: amargarnos, hacer limonada o (my personal favorite) etrayáselo en la cara o exprimírselos en los ojos a los enemigos, ex-novios y demás personas a las que les tengamos beef. Por eso quiero compartir con ustedes mi teoría. La vida es más parecida a un juego de Blackjack.
Así mismo... he llegado al punto en que comparo la vida a un juego de cartas. Veamos si logran verlo desde mi punto de vista.
El jugador se sienta en un semicírculo rodeado de desconocidos a hacer apuestas sobre cierta predicción, corazonada o "mano" que le fue repartida. ¿Acaso no es eso lo que hacemos cuando renunciamos a un trabajo seguro del cual tal vez dependemos, por otro que nos ha sido ofertado... pero tal vez no resulte en nuestra ventaja? ¿Ain't that a gamble? La persona antes de jugar está segura y no corre peligro de perder algo, pero como quiera prefiere jugárselas.
Mientras el juego toma su curso (como también lo hace la vida) debemos seguir ciertas reglas sin perder de vista nuestra meta. Cada jugador tiene su espacio personal en donde marca su apuesta antes de cada mano. Es poco "emocionante" dejar una mano (o en otras palabras: oportunidad) pasar sin apostarle, pues como todo en la vida el que se queda fuera del juego, ni gana ni pierde. También, cuando la mano es muy buena, se puede subir el riesgo. El jugador tiene la elección de apostar una cantidad más alta y confiar en el resultado que todavía no ve. (Si algo en esta vida todos podemos tener sin capacidad de comprar, es Fé).
También se da el caso de que se distribuyen dos cartas de un mismo valor numérico. En ese caso el jugador puede separarlas, creando así una apuesta adicional. Que quede claro que cada mano es independiente de la otra. En ese momento es cuando me pregunto: ¿Eso no es lo que hace un hombre cuando sostiene una relación con una mujer, pero decide arriesgar la decisión original cuando aparece una oferta igual o "mejor", pero ciertamente distinta con otra fémina? (mejor de qué si eso lo que es es un cuero... digo, cuerno) ¿Y cada relación es completamente paralela a la otra? (En este país ahí es cuando el dealer "shuffles the deck". O en pleno dominicano: se barajan las cartas y se MEZCLAN. Entendamos: aquí todo el mundo se conoce, por ende todos saben a quien decirle en la esquina "el venao" ) Claro, si la persona ve que la mano adicional que le fué otorgada es mala tiene todo el derecho de rendirse o cash out. A veces hasta se le devuelve la mitad de la apuesto que jugó. ( osea, he keeps the steak at home, and gives the burger the boot ) En nuestra bella isla...es normal que lo pierdas todo.
En el blackjack, así como en la vida, también hay participantes de todo tipo. El arrancao' que solo quiere beber, pasarla bien, y no se toma el juego muy en serio. En contraparte se encuentra el high-roller que es capaz de comprar el casino pero en vez presta atención sólo al juego, pues es lo único que conoce y respira. ¿After all, ain't life itself the only thing worth living for? Luego están los otros que sólo quieren sentarse en el semicírculo y hacer acto de presencia mientras ven a los demás ganar. De esos conozco muchos.
Decirles que la meta en el blackjack es alcanzar los 21 puntos o acercarse más al puntaje del repartidor es llover sobre mojado, pues creo que todos conocemos el juego y su punto. Pero vale mencionar otros tipos de jugadores. (Aquí e' que prende). Están los que recurren a la estrategia de contar cartas, que es más bien aprovecharse de las debilidades del sistema. (Estrategia perfectamente aplicable a la realidad que vivimos día a día). Estos mantienen los ojos bien abiertos para recordar qué cartas altas (que son las que nos ayudan a ganar) han salido del deck para saber si vale la pena seguir apostando o retirarse. Y como todo en la vida, este engaño no pasa desapercibido. El floorman (o moreno parecido a un gorilla que cumple la función de bouncer, pero dentro del casino) manda al vivo a retirarse, o lo saca a patadas.
¿No creen que hasta el gorilla forma parte del juego? ¿En la vida no hay personas que velan por la seguridad y el orden de los demás? Si, son pocos...
Sólo piensenlo...
Si el blackjack es considerado un juego en donde las tácticas, el conocimiento adquirido por la experiencia, el planeamiento previo y la habilidad del jugador son más importantes que el azar para lograr el éxito... ¿Qué es la vida sino un juego de cartas?
Y si la vida es un juego de blackjack... Corríjanme si me equivoco pero,
¿No que la casa siempre gana?
siempre hay forma de engañar a la casa, counting cards ;)
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